Torrelavega está situada en Cantabria, una región del norte de España, a 8 Km. de la localidad costera de Suances, y a 25 Km. de Santander, capital de la provincia. Su privilegiada situación la convierte en un buen punto de partida para visitar en menos de una hora cualquier rincón de la comunidad, destacando la cercanía a la villa de Santillana del Mar y su Cueva de Altamira.
Gracias a esa ubicación geoestratégica, la pequeña aldea de La Vega, situada en el valle que formaban los ríos Saja y Besaya, se transformaría en una villa señorial fundada por una de las familias más importantes de la época medieval, la Casa de la Vega. Uno de sus descendientes recibió el título de Marqués de Santillana en 1445, y entonces trasladó el centro del señorío a Santillana del Mar, quedando Torrelavega como cabeza administrativa.
Es importante mencionar que Torrelavega es paso del “Camino del Besaya”, que conecta el “Camino de Santiago de la Costa” con el tradicional “Camino francés”, siguiendo las márgenes del río Besaya, que enlaza la zona costera con la submeseta norte.
Este camino, que originariamente fue una Calzada Romana, es el único tramo que se conserva del Camino Real de Reinosa a Santander, finalizado en 1753, y que se construyó para facilitar el comercio de lana, harina y otras mercancías a través de los puertos de Suances y Santander. Gracias a este hecho comenzó su desarrollo comercial e industrial alcanzando su máximo esplendor en el siglo XX.
En la actualidad, Torrelavega ha sabido conservar la tradición comercial y ofrece una variada oferta de establecimientos de calidad, que se complementa con atractivos espacios de ocio en la naturaleza y un consolidado programa cultural durante todo el año. Cabe destacar el arte y el patrimonio de las iglesias denominadas “del cambio”, joyas de la arquitectura religiosa modernista y las bulliciosas Fiestas de la Virgen Grande con su Gala Floral, declarada de Interés Turístico Nacional, que son uno de los mayores reclamos del verano.
Si hablamos de Gastronomía, la especialidad de Torrelavega son las polkas, un exquisito dulce de hojaldre, cuyo origen se remonta a comienzos del siglo XX y que, con el paso del tiempo, ha ido ganando adeptos hasta convertirse en una de las joyas de la repostería regional, y uno de los productos más demandados por turistas. Las diferentes Ferias y Jornadas Gastronómicas que se celebran a lo largo de todo el año y el fabuloso ambiente que le ofrece la Zona de Vinos” con numerosos bares, restaurantes y locales de ocio nocturno, serán el broche perfecto para que la estancia en Torrelavega le deje un buen sabor de boca. .